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Cuando llegan los días bonitos y empieza a hacer calor, pensamos inmediatamente en apagar los radiadores o la caldera para ahorrar energía. Como, generalmente, nos vamos de vacaciones en verano, creemos que es importante no dejar la caldera funcionando mientras la casa queda vacía. ¿Pero es realmente necesario apagar la caldera de gas en verano?
En realidad, al hablar de caldera de gas nos referimos a distintos modelos. Para elegir una caldera, el usuario debe considerar su precio, así como el tamaño y la distribución de su vivienda.
Caldera de condensación: para funcionar, quema gas y aprovecha la energía de los vapores de agua producidos por esa combustión. Es un dispositivo económico, ecológico y de muy buen rendimiento.
Caldera de baja temperatura: funciona de la misma manera que una caldera de gas clásica, pero a una temperatura más baja. Su rendimiento energético es bastante alto.
Caldera de acumulación: su principal característica es que, además de calentar la casa, proporciona agua caliente sanitaria (en cambio, una caldera clásica solo transmite energía para la calefacción de la vivienda). Esta caldera mantiene la temperatura del agua contenida en el acumulador. Es el sistema ideal cuando se necesitan grandes cantidades de agua, ya que existen acumuladores con una capacidad de hasta unos 30 litros.
Caldera de microacumulación: utiliza un pequeño acumulador de agua caliente, de no más de 10 litros, y proporciona agua caliente sanitaria instantáneamente, lo que la convierte en una opción interesante para ahorrar energía. Sin embargo, cabe señalar que las calderas de microacumulación son un poco más caras que otras calderas. Se considera la opción entre la caldera instantánea y la caldera de acumulación.
Caldera instantánea: a diferencia de la caldera de acumulación, esta no almacena agua caliente, sino que la produce directamente cuando el usuario la necesita. Este sistema es más adecuado cuando el consumo no es muy alto, por ejemplo, en una vivienda de 2 o 3 habitantes.
Independientemente de la caldera que se elija, no se puede pasar por alto su mantenimiento, que es obligatorio y que debe realizarse todos los años. Por lo tanto, se recomienda contratar un servicio de mantenimiento de calderas. Su valor varía de una empresa a otra y según la antigüedad de la caldera. La mejor época para realizar el mantenimiento es en primavera o verano.
Apagar la caldera puede parecer una buena idea para prevenir una fuga de gas y así evitar accidentes en el hogar. Sin embargo, contrariamente a lo que se cree, no es necesario apagar la caldera durante el verano ni cuando nos vamos de vacaciones. De hecho, al apagarla se puede complicar su mantenimiento, así como dificultar su buen funcionamiento y provocar una proliferación de bacterias. Además, volver a encender una caldera consume mucha energía. ¡Finalmente, no es la mejor solución!
Cuando llega el verano y se empieza a sentir el calor, lo mejor es activar el modo «verano» de la caldera. Generalmente, existen dos modos: el modo «verano» y el modo «invierno». Simplemente, hay que presionar el botón apropiado, que se encuentra en la caldera. Algunas traen la opción «solo agua caliente sanitaria», también llamada «solo ACS», que es una solución adaptada al verano.
Es importante ir variando de modo para usar el que corresponda a cada estación y a su temperatura, con el fin de aprovechar al máximo la calefacción de la casa, obtener un confort térmico, disminuir el consumo energético y, sobre todo, ¡reducir la factura! Las calderas más modernas se programan automáticamente en el modo verano gracias a sus sensores de temperatura.
Al igual que durante el verano o las vacaciones, tampoco es una buena idea apagar la caldera en la noche. Si encendemos y apagamos la caldera todos los días, vamos a consumir mucha energía, puesto que una vez apagada, es decir, «en frío», la caldera debe incurrir en un sobreconsumo de energía para volver a calentar. Por lo tanto, es mejor mantenerla a una temperatura constante.
Cuanto más frías estén las habitaciones, más energía consumirá la caldera. Una solución realmente eficaz es que la vivienda cuente con un aislamiento térmico óptimo para evitar la pérdida de calor.
Con el Termostato Inteligente Netatmo puedes controlar la calefacción a distancia y, así, efectuar un importante ahorro energético. Además, el Termostato Netatmo define un programa de calefacción que responde a tus hábitos. Tiene en cuenta la temperatura exterior, así como el aislamiento de la vivienda para calentar el interior con la mayor precisión posible.
Es importante destacar que la llama piloto de la caldera debe estar siempre encendida. De lo contrario, algo ha fallado.
Para resumir, apagar la caldera durante el verano o la noche no es la opción más económica. Es preferible activar el modo verano cuando la primavera esté llegando a su fin y volver al modo invierno al regresar de vacaciones a fines de verano. Por último, la calidad del aislamiento es un factor importante para lograr el confort térmico ideal en el hogar.