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¿Sabía que casi la mitad de los ciudadanos se quejan de molestias por ruido… en el interior de sus viviendas? A veces, incluso en casa, no siempre es fácil estar realmente tranquilo. Afortunadamente, existe una solución: el aislamiento fónico (no confundir con el aislamiento acústico y menos aún con el aislamiento térmico).
El aislamiento fónico protege contra el ruido exterior, la pieza que se esté aislando. También se suele instalar una corrección acústica para limitar los ruidos dentro de la misma habitación de la casa, con el aislamiento acústico de paredes, suelos, techos, puertas. Los ruidos se infiltran por todos los resquicios cuando el aislamiento fónico deja que desear. Por tanto, elegir el aislamiento acústico de espesor y material adecuado es fundamental.
Sobre todo, tenga cuidado de no tomar el aislamiento acústico y el aislamiento fónico como sinónimos. Los dos conceptos pueden parecer similares porque se relacionan con ruidos, pero hay matices entre ambos. El propósito del aislamiento acústico es evitar la propagación de todo tipo de ruidos en un espacio. Por ejemplo, el impacto del ruido en los suelos. Sin embargo, la insonorización fónica se utiliza sobre todo para aislar los ruidos de voz: por lo tanto, forma parte del aislamiento acústico.
Recuerde que el aislamiento fónico no tiene nada en común con el aislamiento térmico. Aunque los materiales aislantes tengan el mismo aspecto ya que también vienen en forma de placas o paneles, eso no significa que un potente aislamiento térmico también nos protegerá del ruido (aunque suele ser así).
Existen varios métodos para aislar contra el ruido. Revestimiento de paredes, techos, insonorización de ventanas y puertas … veamos cuáles son las mejores formas de aislar contra el ruido.
Revestir una pared con aislamiento implica instalar un marco de madera o metal en la pared para mejorar su aislamiento. A esto le sigue la instalación de un panel de aislamiento acústico (de guata de celulosa, por ejemplo) más una lámina de aislamiento acústico de yeso. ¡También existen paneles de insonorización prefabricados!
La instalación de un bajo techo también puede proporcionar un aislamiento eficaz. Aunque esta solución es más drástica, ofrece un gran aislamiento acústico del ruido. Las placas de yeso fijadas mediante perchas acústicas anti-vibración se atornillan directamente sobre una estructura metálica. En el interior de esta estructura, es preferible colocar paneles aislantes de alta densidad para conseguir el aislamiento del ruido aéreo.
En cuanto al aislamiento acústico de las ventanas, es muy útil cambiar al doble acristalamiento (si es posible de alto rendimiento) para conseguir su aislamiento acústico. En este caso, la función de aislamiento la cumple el propio acristalamiento. En cambio, el triple acristalamiento solo proporciona un mejor aislamiento térmico. Una buena opción son las ventanas que tengan la etiqueta de certificación Acotherm o Cekal.
Finalmente, las puertas también se pueden cambiar o aislar mejor (utilizando juntas, por ejemplo) para reducir el ruido.
Todo depende de las obras que quiera realizar. Obviamente, los precios varían en función de lo que quiera hacer.
Antes de embarcarse en obras importantes, tómese el tiempo para medir el ruido en su hogar. Con la Estación Meteorológica Inteligente Netatmo, analice la calidad de su aire interior, el clima exterior, y también el nivel de ruido en su hogar. ¡Saber cuál es exactamente el nivel de contaminación acústica en el interior de su hogar le permitirá combatirla mejor!
Ahondemos aún más en esta cuestión. El aislamiento fónico de las paredes, muros y techos de su hogar se basa en 2 principios fundamentales.
En primer lugar, la ley de masa establece que cuanto mayor es el peso de una pared, más se reduce la propagación del ruido (y más concretamente, las ondas sonoras). Según este sencillo principio, un muro de hormigón puede aislar la contaminación acústica de forma más eficaz que el mismo muro de ladrillos huecos. Esto es algo lógico, aunque es importante tenerlo en cuenta para acabar con las molestias acústicas en el hogar.
La ley masa-resorte-masa
Para el aislamiento fónico se sigue un segundo principio fundamental: la ley masa-resorte-masa. En este caso, se trata de introducir entre dos paredes (como un revestimiento) un material que actúa como resorte, como, por ejemplo, un aislamiento flexible o aire. Las ondas sonoras crean vibraciones, pero el resorte amortigua y absorbe estos ruidos molestos.
Guata de celulosa, corcho, paja, fibra de madera, vidrio, lana de roca o de oveja, espuma de polietileno reticulado, poliestireno… existen muchos materiales para hacer el aislamiento del impacto del ruido en la vivienda.
¿Cómo elegirlo bien? En función de sus propiedades acústicas… aunque no solo eso.
5 criterios para elegir el aislamiento acústico
Optimice el aislamiento acústico de su hogar teniendo en cuenta los siguientes elementos:
Existen muchas opciones para aislar su hogar:
Como aislante acústico mineral, está la lana de roca, muy utilizada y eficaz contra el ruido. La lana de vidrio es igual de eficaz.
Como aislante natural, está por supuesto el rollo de lana de oveja, el aislante de lana más natural.
Pero también tenemos las placas de aislamiento acústico de corcho (ecológico), o la guata de celulosa (buena relación calidad precio). Ambos materiales se utilizan tanto en insonorización acústica como térmica.
Como habrá comprobado, los materiales utilizados para el aislamiento como, por ejemplo, las placas de yeso laminado, suelen ser los mismos para el aislamiento fónico que para el aislamiento térmico y acústico. Por tanto, ¡es totalmente posible matar tres pájaros de un tiro!
Un último consejo: antes de embarcarse en grandes trabajos de aislamiento acústico, le recomendamos que realice un estudio acústico. La información que recibirá sobre el nivel de sonido en su hogar podría evitar que se embarque en reformas importantes en su vivienda o que elija un aislamiento inadecuado.