Netatmo lanza omajin, la nueva marca de objetos conectados para el hogar
Un sensor para medir la calidad del aire puede ser un simple dispositivo, separado o integrado en otro dispositivo de medición, como, por ejemplo, una estación meteorológica.
Aunque pasamos más del 80% de nuestro tiempo dentro de la casa, no siempre somos conscientes de que la contaminación del aire es aún mayor allí que en el exterior. Por lo tanto, un sensor de contaminación interior, o sensor de calidad del aire, es muy útil para medir continuamente el nivel de CO2 dentro de la casa.
Pero eso no es todo. Aunque el sensor sea un indicador o transmisor de la calidad del aire y del nivel de contaminación interior, no es suficiente: también es muy importante medir el nivel de partículas finas, partículas de polvo, y otras ppm nocivas.
Con los datos obtenidos de la medición realizada, el sensor informa en tiempo real: si está conectado (o lo está el dispositivo del que depende), entonces recibirás una alerta directamente en la pantalla de tu smartphone. De lo contrario, deberás verificar los datos de calidad del aire interior en el propio dispositivo.
En cualquier caso, el sensor para controlar la calidad del aire es un gran aliado en la lucha contra la contaminación interior. Aunque, por supuesto, medir la calidad del aire es solo el primer paso: después hay que tomar las correspondientes medidas: airear con más regularidad, ventilar eficientemente para controlar eficientemente la temperatura y humedad relativa, optar por soluciones complementarias como plantas de interior, cambiar los malos hábitos… hay muchas soluciones y por suerte, la contaminación interior es un problema que se puede paliar en gran medida.
Así que, veamos más detenidamente cómo funcionan los sensores de calidad del aire para comprender cómo detecta la contaminación interior.
Mejor que un sensor de calidad del aire, el módulo interior de la Estación Meteorológica Inteligente Netatmo permite controlar el ambiente interior del hogar. Al disponer de datos clave sobre la calidad del aire interior, podremos reducir la contaminación interior tomando las medidas adecuadas. Mejor calidad del aire, ¡y también mejor salud!
A diferencia de las asociaciones de control de la calidad del aire, que son estructuras regionales que evalúan la calidad del aire, los sensores de calidad del aire interior se basan en mediciones ultralocalizadas.
De hecho, los niveles de contaminantes (humo de cigarrillo, monóxido y dióxido de carbono, partículas finas, etc.) se miden en cada hogar, en el lugar preciso en el que se encuentra el sensor.
El dispositivo funciona de forma continua y permite comprobar los niveles de contaminación en interiores a lo largo del día. Dependiendo de los resultados observados, ya dependerá de nosotros modificar nuestros hábitos (hogar, productos, actividades, etc.) y poner en marcha soluciones para reducir el nivel de contaminación que se ha medido.
Habitualmente, la contaminación interior proviene principalmente de la cocina, el uso de productos domésticos o incluso el humo (cigarrillos, velas aromáticas, incienso, etc.).
Los sensores analizan datos relacionados con la medición de la calidad del aire, que variarán según el modelo. A continuación, recibiremos la información directamente en los sensores conectados, desde la app móvil o la tablet.
Bastante simple, ¿verdad?
La gran ventaja de los sensores conectados es que pueden recopilar datos a lo largo del tiempo para sacar conclusiones precisas. Cuanto más precisa sea la información al controlar la calidad del aire, más capacidad tendremos para reducir la contaminación del aire interior.
Con la Estación Meteorológica Inteligente Netatmo, podremos acceder en tiempo real al índice de calidad del aire dentro de la casa. Para vivir en un hogar más saludable, hay que tener en cuenta la información sobre contaminación interior a la que se puede acceder directamente desde el móvil. ¡Con las alertas de ventilación, sabremos siempre cuál es el mejor momento de ventilar!
En primer lugar, como hemos visto, medir la calidad del aire mediante sensores no es suficiente: después se deben tomar medidas para mejorar la calidad del aire.
Pero esa no es la solución mágica para hacer que nuestro hogar sea más agradable, ya que la calidad del aire no lo es todo para conseguir un adecuado nivel de confort. Por supuesto, es muy importante reducir el nivel de contaminación interior, partículas finas, CO2 o incluso COV (compuestos orgánicos volátiles). ¡Pero no es suficiente!
La temperatura también juega un papel en el confort doméstico. Idealmente, no debe exceder los 22-23 grados ni bajar de los 16 grados (en el dormitorio, donde la temperatura debe ser la más baja). Para eso, no hay nada más práctico que un buen termómetro.
La tasa de humedad también es importante. Medirla con un higrómetro (el sensor de referencia para ello) puede ayudar a que el aire sea aún más respirable.
Estos dispositivos y sensores proporcionan medidas esenciales de la calidad del aire ambiental en nuestras casas y completan la información sobre la contaminación interior. Aunque, para simplificar, se pueden combinar todos estos datos, con una estación meteorológica. Y si está conectada, tendremos un acceso aún más fácil a esta información.
Cuanta más información tengamos sobre la contaminación interior y la calidad del aire en general, mayor nivel de confort conseguiremos. ¿Cuándo vas a empezar? Respirar mejor contribuye a mejorar tu salud, pero también tu vida diaria. Y, para todo ello, hay que empezar por analizar la calidad del aire interior.