Netatmo lanza omajin, la nueva marca de objetos conectados para el hogar
Los equipos de seguridad para el hogar están formados por un variado stock de accesorios. Los equipos inalámbricos de nueva generación no necesitan montaje. Cada uno de ellos cumple una función determinada:
Por último, están los detectores de presencia. Vamos a detenernos en su funcionamiento. Y más en concreto, en el detector pir (infrarrojos).
Un detector de movimiento o detector (de pared o techo) de presencia funcionan en dos tiempos:
Al hablar de un detector de movimiento, por lo general nos referimos al dispositivo global, es decir, al producto que acabamos de comprar. Por su parte, el sensor de movimiento se refiere más bien a la tecnología que se usa para la detección del movimiento.
En otras palabras: un detector de presencia de techo o pared solo sería un pequeño dispositivo de plástico blanco, algo así como un juguete, una alarma ficticia con unas bombillas led, si no tuviera en su interior un sensor de presencia. Sin embargo, es cierto que la mayoría de usuarios no distinguimos ambos conceptos, llamándolos indistintamente sensores o detectores de movimiento.
El tipo de energía de los detectores de presencia permite clasificar la oferta de sensores existentes: sensores de vibración, fotoeléctricos, ultrasónicos, acústicos, etc.
En el caso de las alarmas del hogar, los más utilizados y eficaces son los sensores de ultrarrojos equipados con pequeñas lámparas led (también llamados sensores pir). El sensor pir permite que se detecte la presencia en el área de personas o animales gracias a los cambios de temperatura. Es decir, al calor que emiten los cuerpos u objetos calientes. Este cambio de temperatura permite tomar imágenes térmicas incluso de noche o en condiciones de poca visibilidad (a través de un detector crepuscular que incorpora un sensor fotoeléctrico crepuscular). Esto se debe a que la tecnología infrarroja se basa en el contraste de temperatura y no en la presencia o ausencia de luz.
En los sistemas de videovigilancia para el hogar los dispositivos infrarrojos son los encargados de activar el sensor de la alarma cuando detectan la presencia de personas no autorizadas, dentro del campo de visión del dispositivo.
En el caso de las alarmas conectadas, además de la activación automática de la alarma, el usuario recibirá en su móvil las imágenes de la intrusión. La Policía podrá utilizar estas imágenes para identificar y capturar a los intrusos. También las aseguradoras podrán servirse de ellas para establecer los daños y el valor de la indemnización a pagar.
Por desgracia, las cifras de hurtos y robos en nuestro país no paran de crecer. Esto hace que los sistemas de alarma con detector de presencia se hayan convertido en elementos habituales tanto en las viviendas familiares como en el lugar de trabajo.
Estas serían, por tanto, las dos grandes aplicaciones más habituales de un sensor de presencia:
Los sensores de presencia, funcionan con tecnología de infrarrojos. Esto les permite grabar imágenes tanto de día como de noche. La captura de imágenes en la oscuridad es posible gracias a que los sensores están provistos de pequeñas bombillas de infrarrojos capaces de captar la radiación emitida por los cuerpos u objetos calientes. Es decir, las imágenes se pueden captar por la temperatura (imágenes térmicas) y no por la presencia de luz.
Pero los sensores además de servir para captar movimientos sospechosos también permiten activar otras funciones con fines disuasorios (activación de la alarma, encendido de luces, etc.) que sirven para reforzar la seguridad del hogar.
La protección del negocio o lugar de trabajo es tan importante como la de la propia vivienda. La ubicación de un equipo de seguridad con sistema de video-vigilancia y detector de movimiento es casi una necesidad. Los sensores no solo advierten y/o notifican la entrada de intrusos, sino que también detectan objetos o situaciones no deseadas (incendio, inundación, caída de objetos, etc.).
Por último, no podemos dejar de señalar otra de las ventajas de los sensores de movimiento: el ahorro de energía: la iluminación solo se activa si se detecta una presencia o movimiento extraño. Esto supone un considerable ahorro energético ya que no es necesario dejar las luces encendidas por la noche a fin de ahuyentar a los extraños.