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Estos pequeños dispositivos de alarma forman parte del sistema de prevención de incendios en el interior de viviendas y edificios. Están provistos de un sensor (sirena) que se activa al detectar la presencia de humo o llamas. De este modo permite advertir del incendio en su fase inicial, e incluso, si es posible, atajarlo con ayuda de un extintor.
Aunque todos conocemos estos dispositivos como "detectores de humos", técnicamente sería incorrecto. También podemos hablar de detector de gas, detector de monóxido de carbono, etc. Por eso, el término correcto debería ser "detectores de incendios".
Los detectores pueden ser analógicos o digitales. Y también presentan un menor o mayor grado de sofisticación:
Pueden detectar humo, fuego y calor. Activan una señal si se produce algún indicio de fuego en sus áreas de cobertura.
También detectan la presencia de calor, fuego y humo, aunque son más precisos. Cada dispositivo instalado indica con mayor precisión en qué zona concreta está detectando el humo o fuego.
Los detectores inteligentes pueden cuantificar la cantidad de humo, nivel de temperatura y fuego. Esto permite tener mayor margen de reacción, y seguir el protocolo de actuación que se haya programado de antemano.
En algunos países de la Unión Europea es obligatorio instalar detectores de humo en las viviendas particulares. En España, su uso aún no está regulado por ley. Sin embargo, es muy recomendable instalar uno o varios detectores, así como extintores, como medida de prevención y protección.
Los detectores de humo son una parte más del sistema de seguridad de la vivienda. Incrementan el nivel de protección en el hogar y, por tanto, nuestra calidad de vida.
Podemos clasificar los detectores de humo en cuatro grandes grupos según su principio de funcionamiento:
Funcionan ionizando el aire en el caso entrar humo en el interior del dispositivo, aunque las partículas detectadas no se detecten a simple vista. Este tipo de detectores son muy habituales en las instalaciones químicas ya que detectan más rápidamente los fuegos que se expanden con rapidez o el humo no perceptible a simple vista. Hay que saber que estos dispositivos no pueden resultar eficaces en lugares en los que la velocidad del aire sea inferior a 0,5 m/s.
El humo generado se interpone en el rayo luminoso que está en el interior del detector óptico. Al interrumpirse la transmisión, se activa la alarma. El detector óptico está disponible en versión analógica y digital.
Los detectores térmicos realmente no detectan humo sino fuego. Se activan la temperatura se eleva a unos 68º, hasta fundir un elemento colocado en el dispositivo. Estos aparatos se utilizan en instalaciones con alturas de hasta 7 metros, cuando no es factible instalar sistemas convencionales para detectar humo o fuego (en cocinas, garajes, etc.
Al igual que el detector de humo óptico y el térmico, el detector de humo fotoeléctrico es un detector de incendios y no de humo. Los detectores depor radiación están equipados con un dispositivo fotoeléctrico capaz de detectar la radiación que generan las llamas del incendio. Son aptos para instala en espacios abiertos o locales con techos de gran altura.
Cada tipo de detector necesita un mantenimiento diferente. Hay que procurar mantenerlos limpios y comprobar la duración de la batería y su buen funcionamiento de forma periódica para evitar falsas alarmas.
La mayoría de detectores funcionan con una batería de litio de alta duración. Algunos detectores incluso son capaces de avisar cuando la pila o batería se agota, con un pitido o señal luminosa.
La vida útil de un detector de humos es de 10 años como máximo. Pasado ese tiempo pierden eficacia y, por tanto, fiabilidad.
Los detectores se pueden atornillar o pegar al techo o a la pared, sin obras y de forma fácil y rápida.
¿Falsa alarma? ¿El incendio ya está extinguido? La función silencio permite que el propio usuario detenga la alarma de incendio. Si la presencia del humo persiste, la alarma volverá a reactivarse al cabo de 15 minutos, como medida de seguridad.
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Los detectores de humos conectados se pueden controlar desde una aplicación. De este modo, el usuario podrá apagar la alarma a distancia o comprobar el buen funcionamiento del detector desde el móvil
Es importante comprobar de tanto en tanto el buen funcionamiento del detector de humo, y, sobre todo, comprobar si funciona el sonido de la alarma. Este test se puede hacer de forma manual, presionando el detector, o a distancia, en el caso del detector conectado inteligente.
NOTA: Para mantener la eficiencia de los detectores de humo es fundamental comprobar periódicamente el estado de las pilas, batería, y funcionamiento de la alarma sonora.
El detector de humo inteligente Netatmo posee la función de autotest. Gracias a esta función, nuestro detector de humo inalámbrico es capaz de comprobar por sí mismo su funcionamiento, de forma regular y automática. La aplicación ofrece incluso la opción de hacer comprobar el funcionamiento del sonido de la alarma. Además, cada cierto tiempo envía avisos, para recordar al usuario comprobar el funcionamiento de la alarma integrada en el detector.