Netatmo y Somfy anuncian la compatibilidad del Termostato y de las Válvulas Termostáticas inteligentes con la Box conectada TaHoma
Empecemos recordando qué es el viento en meteorología para empezar por una base sólida. El viento es simplemente lo que designa el movimiento horizontal del aire.
Para medir la velocidad del viento se utilizan 2 parámetros complementarios que son: su velocidad (o su fuerza) y su dirección. Las unidades de medida del viento utilizadas son km / h m / s para su velocidad, y nudos (1 nudo = 1.852 km / h), esta última, utilizada principalmente por marineros y pilotos.
Aclaración importante: al hablar de la dirección del viento, hacemos referencia a su origen cardinal (norte, por ejemplo). Es decir, a la dirección de dónde proviene y no hacia la que se dirige.
El viento no es constante, por eso hablamos de “viento instantáneo”, “viento medio” y rachas o ráfagas. De hecho, la velocidad y la dirección del viento en un lugar específico varían enormemente de un segundo a otro. Por lo tanto, en meteorología, el viento instantáneo se mide en un período de 3 segundos, mientras que el viento promedio se calcula en un intervalo de 10 minutos.
¿Y las ráfagas? De hecho, se trata de aumentos repentinos del viento instantáneo, que superan la velocidad simbólica de 10 nudos o 18 km / h. Pero no es solo la velocidad del viento lo que cambia bruscamente durante una ráfaga. Su dirección también cambia, a veces hasta 45 ° en comparación con el viento promedio.
¿Sabía que lo que determina la dirección del viento es la diferencia de presión? Sin entrar en detalles, este es un punto interesante.
Finalmente, hay que tener en cuenta que la velocidad del viento aumenta con la altitud, por lo que el viento suele ser más fuerte cuanta más altura. Por ejemplo, soplará con mayor intensidad en lo alto de una montaña (siempre que los alrededores estén despejados).
Ahora que ya sabemos (casi) todo sobre la velocidad y la dirección del viento, pasemos a medir estas variables.
Para saber exactamente la velocidad a la que sopla el viento en nuestro jardín, existen dispositivos muy efectivos. El anemómetro es el dispositivo de referencia para medir la velocidad del viento y se complementa perfectamente con la veleta, capaz de especificar la dirección del mismo viento.
Se pueden encontrar en el mercado a precios muy asequibles. También hay modelos más elaborados y tecnológicamente avanzados para una mejor medición de la velocidad y dirección del viento. Estos incluyen el anemómetro y la veleta conectada, que se conectan directamente a una estación meteorológica.
Los dispositivos conectados no son más precisos porque su medición de la velocidad y dirección del viento sigue siendo la misma, aunque son más completos, más resistentes y más fáciles de usar. Es posible acceder a datos en dispositivos digitales, recopilar información o incluso establecer previsiones meteorológicas.
En realidad, la AEMET (Agencia Estatal de Meteorología) no utiliza métodos o dispositivos muy diferentes a los que se usan a nivel particular para medir la velocidad, (e incluso la dirección o la intensidad máxima del viento.
El anemómetro y la veleta siguen cumpliendo su función. Después de todo, son los instrumentos de referencia. Aunque actualmente, son modelos profesionales, más perfeccionados, más avanzados tecnológicamente y fijados a la parte superior de mástiles a 10 metros del suelo para hacer mediciones a cielo abierto.
¡Con nuestro propio dispositivo, podemos hacernos pasar por la mismísima AEMET!
Para una medición conveniente, precisa y eficiente de la temperatura, presión o dirección o velocidad máxima y mínima del viento, empareje el Anemómetro inteligente Netatmo con la estación meteorológica inteligente Netatmo. Saber todo sobre el viento desde tu salón nunca ha sido tan fácil.
La escala de Beaufort es una tabla para hacer mediciones de la velocidad del viento por aproximación. No da medidas exactas, pero tampoco requiere un dispositivo de medición.
El principio de esta escala es analizar los efectos del viento en personas, árboles y otros elementos para poder deducir su velocidad media. Por ejemplo, veamos algunos de los primeros grados de la escala de Beaufort.
Si la velocidad del viento en m / s es 0, estamos en el grado 0 de la escala de Beaufort, es decir: no sentimos el viento y el humo asciende verticalmente. El grado 1 se alcanza cuando el humo indica la dirección del viento y se pueden percibir vientos cercanos leves. Mar bonancible y brisa moderada. Su velocidad es entonces de 1 a 1,5 m / s.
El grado 3 implica que las hojas se agitan continuamente al aire libre, las banderas se despliegan y el viento sopla a una velocidad de 3 a 5,5 m / s.
El grado 6 en la escala de Beaufort indica una velocidad del viento de entre 10,5 y 14 m / s: se puede escuchar el silbido del viento a través de los cables eléctricos y agitarse las ramas más grandes de los árboles. Las olas forman crestas en los rompientes.
El grado 8, indica que se acerca una tempestad o temporal duro en mar y tierra, porque se hace difícil caminar contra el viento, las ramas se rompen, etc. El peligro está muy presente, la visibilidad es mala y pueden producirse daños a edificios y personas. Y con razón: el viento sopla con una fuerza de entre 17,5 y 20 m / s.
Buenas indicaciones, sin duda, aunque poco precisas.
La medición de la velocidad y la dirección del viento se ha realizado durante siglos. Hoy en día, es posible hacerlo con gran precisión y de una manera bastante práctica.