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Una válvula termostática es una pieza de pequeño tamaño y muy útil, que se instala directamente en el radiador. La válvula se compone de dos accesorios: una espita o cabezal con una sonda y un mango de agarre. La válvula termostática se fija en todo tipo de radiadores de agua caliente que estén conectados a cualquier sistema de calefacción central: calefacción solar, caldera de gasoil, estufa de carbón, o incluso bomba de calor.
En la práctica, la válvula termostática del radiador modula el caudal de agua que circule en el radiador de agua caliente. Gracias a este sencillo principio, podremos regular la temperatura de la habitación de forma fácil y eficaz, con solo girarla.
Podemos distinguir dos tipos de válvulas: la válvula termostática manual que se gira para regular el flujo de agua, y la válvula termostática electrónica con pantalla digital, cabezal termostático sensor y programación por ciclos o franjas horarias, que se puede controlar de forma remota. Estas válvulas electrónicas conectadas y más perfeccionadas, permiten ahorrar más energía y dinero, aunque lógicamente, sus precios son más elevados.
Los cabezales termostáticos se instalan en el lugar habitual en el que suele ir la válvula manual en algunos modelos de radiadores. Con la válvula se puede regular el flujo de agua para aumentar o bajar el nivel de calor. Así conseguiremos la temperatura deseada y un nivel de calor confortable, teniendo en cuenta algunos factores como, por ejemplo: la mayor o menor permanencia de las personas en esa pieza, la necesidad de calentar más o menos, o incluso el aporte gratuito de calor, por ejemplo, el que pudiera entrar por la ventana a través de los rayos de sol.
Por tanto, hay 3 excelentes razones para la instalación de una válvula termostatizable en un radiador: confort térmico, ahorro de energía y ahorro a nivel fiscal y económico.
Al instalar una válvula en un radiador conseguimos un ajuste más preciso de la calefacción. La válvula con termostato también nos permite controlar la potencia y la temperatura. Por tanto, la temperatura será más agradable y el confort aumentará. Al ajustar la temperatura a cada una de las piezas se consigue un óptimo nivel de confort, adaptado a cada situación.
Al regular de forma precisa la temperatura de los radiadores de cada habitación gracias a su válvula termostática, el consumo de energía también se regula. En estos momentos de transición energética y ecológica, reducir el consumo de energía es muy importante. Con el cabezal termostático se puede conseguir de forma simple, evitando calentar en exceso ciertas partes de la casa, o manteniendo una temperatura agradable cuando estemos fuera de la vivienda. Calentar menos es consumir menos. Calentar solo cuando es necesario es muy ventajoso en todos los sentidos.
Resulta obvio que ahorrar energía es sinónimo de ahorro, también en la factura. Sea cuál sea el tipo de energía que utilicemos en nuestro sistema de calefacción central, instalar válvulas termostáticas en el radiador de agua caliente supondrá un importante ahorro de energía, y, por tanto, de dinero.
Optimizar el consumo de energía con un grifo termostático nos ayudará a disminuir el importe de la factura eléctrica.
Con las válvulas termostáticas conectadas e inteligentes Netatmo para la calefacción colectiva, podrá cambiar la temperatura de cada habitación sin moverse del sillón. ¡Y también podrá programar la calefacción para su regreso de vacaciones!
Aunque instalar la válvula termostática es fácil, también podemos llamar a un profesional para que realice la instalación por unos 50€.
Con las válvulas termostáticas conectadas e inteligentes Netatmo podremos regular y controlar de forma precisa la temperatura de cada parte de nuestra vivienda. ¡Pero la regulación inteligente ofrece muchas más ventajas!
Las válvulas termostáticas de radiador, de gama baja (por lo general, los modelos “escuadra”), suelen venderse a partir de 15 euros. Pero con este tipo de válvula el radiador solo se puede regular de forma mucho menos precisa que con modelos de gama más alta. Las funcionalidades también son más limitadas.
Por el contrario, las válvulas termostáticas de precio más elevado, -unos 40 euros- presentan más opciones de modulación y regulación. Suelen ser válvulas termostatizables electrónicas, conectadas o inteligentes.
En líneas generales, podemos hablar de entre 15 y 70€ para la compra y otros 50 € para la instalación de las válvulas termostáticas.
Por si fuera poco, aunque estos precios son asequibles, también podemos beneficiarnos de las ayudas que existen para la compra de productos que mejoren la eficiencia energética de nuestras viviendas. Entre otras ayudas, podremos solicitar los créditos para la eficiencia energética (CEE), las subvenciones del Plan estatal de Vivienda 2018-2021 o las ayudas que establecen las comunidades locales y regionales con el mismo fin.
Instalar válvulas termostáticas en los radiadores son una excelente opción para ahorrar dinero y energía. Y también, para disfrutar de la mejor temperatura en nuestras viviendas. ¡Aunque hay que desembolsar una cantidad para comprar los dispositivos, esta inversión pronto queda amortizada gracias al ahorro que conseguiremos!