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Empecemos por una obviedad: pasamos más del 80% del tiempo en el interior de nuestras casas (incluyendo las horas de sueño). Esto puede suponer hasta 22 horas al día según el Observatorio de Calidad del Aire Interior (sí, ¡este observatorio existe!). Y tengamos también en cuenta otra estadística: el aire interior está entre 5 y 10 veces más contaminado que el aire exterior.
Entonces, ¿cómo se puede garantizar una calidad del aire interior satisfactoria para minimizar el riesgo de enfermedades, alergias y otros efectos nocivos? En primer lugar, debemos limitar la emisión de contaminantes. A continuación, hay que garantizar la renovación del aire, aunque no trataremos ahora ese tema aquí.
Los materiales de construcción juegan un papel clave en la reducción de emisiones. Al igual que ocurre con los materiales para el aislamiento, también en este caso deben elegirse los más adecuados: concretamente, sabemos que la madera es siempre una buena opción. Y, por supuesto, tan importante como saber elegir los materiales de construcción más adecuados, es hacer lo propio al elegir los materiales decorativos.
Es posible que ya lo sepas, pero las escuelas y otros lugares públicos ya están recibiendo indicaciones para mantener el aire limpio y saludable en el interior de los recintos. En concreto, utilizando unos determinados materiales en la construcción, decoración y otros elementos. Muchos de ellos ya se han puesto manos a la obra.
Aprende a reducir fácilmente los niveles de contaminación interior con la Estación Meteorológica Inteligente y el Medidor de Calidad del Aire Interior Inteligente Netatmo. Utiliza datos precisos en tiempo real para incrementar el nivel de confort de tu vivienda y conseguir que el aire que respiras en su interior sea más saludable.
Mejorar la calidad del aire en casa es una tarea diaria
Además de los materiales de construcción, también los productos, accesorios, elementos decorativos y otro tipo de materiales pueden influir en la contaminación del aire dentro de un edificio.
Las velas emiten sustancias contaminantes, eso se da por supuesto. Pero también los productos de limpieza pueden ser realmente dañinos. En cuanto al mobiliario, ¿qué sabemos de los materiales con los que están fabricados? ¿Qué ocurre con los equipos de aireación y ventilación? Incluso las mascotas pueden contribuir al deterioro de la calidad del aire … ¡aunque no por ello vamos a abandonarlas!
Entre los materiales de construcción y decoración, es especialmente recomendable evitar las alfombras, sobre todo, las moquetas, que retienen entre sus fibras una gran cantidad de contaminantes.
Tanto en el sector de la construcción como en el hogar, mejorar la calidad del aire interior se ha convertido en un tema de gran importancia en los últimos años. Por suerte, hay un material en particular que nos puede ayudar … y otro que nos puede sorprender.
Entre los materiales de construcción o decoración que menos contaminantes emiten, encontramos la madera, en su estado natural y sin procesar. No atrapa las sustancias contaminantes, la suciedad ni el polvo. Además, las propiedades de regulación higrométrica de la madera ayudan a equilibrar el nivel humedad y a reducir la condensación.
Por tanto, la madera es el material por excelencia para mantener un aire interior saludable en la casa. Después de todo, ¿hay alguno más natural? Cuando se trata de preservar la pureza y respeto por la calidad del aire, no hay otro material parecido. Pero, ¿cómo elegir el tipo de madera? Siempre hay que dar prioridad a las maderas depuradas de albura, aunque éstas suelen tener un precio bastante elevado.
Por el contrario, ¡cuidado con las maderas tratadas y sus acabados, que pueden emitir contaminación! Sin embargo, algunos productos ecológicos denominados “verdes” que han sido recientemente desarrollados son interesantes y ayudan a mantener un aire saludable.
El hecho de usar madera en cada rincón no nos salvará de las partículas que contaminan el aire interior: las pinturas, barnices y otras colas pueden dar al traste con tus esfuerzos por lograr un aire sano.
Otra buena alternativa es el placo o yeso laminado, un tipo específico de placas de yeso que permite reducir las emisiones de COV hasta en un 70%. Esta placa de yeso no es de un yeso común, ya que absorbe y destruye la mayoría de los contaminantes que afectan la calidad del aire dentro de la vivienda, ya sea en el piso, el techo, o las paredes.
Para mejorar realmente la calidad del aire en el edificio, hay que prestar atención los productos, accesorios, o materiales de construcción y revestimientos. El trabajo merece la pena nuestra salud nos lo agradecerá.
Con la Estación Meteorológica Inteligente de Netatmo capaz de analizar la calidad del aire o el nivel de humedad, podrás controlar el aire interior de tu hogar, mediante una alerta, cuando el nivel de contaminación del aire requiera ventilación.
Un consejo fundamental para elegir los materiales de construcción, productos y accesorios adecuados es fijarse en su etiqueta, en primer lugar. Este etiquetado de las propiedades de los materiales, es muy práctico y útil para conseguir un aire limpio y saludable ya que proporciona información valiosa sobre el nivel de emisiones contaminantes.
¿Los pavimentos que has elegido emite mucho formaldehído? ¿La pintura es impecable en términos de emisiones de compuestos orgánicos volátiles? ¡Mira su etiquetado! Ahora ya es posible acceder a esta información. No podrás decir que no lo sabías…
Al igual que hay que elegir aparatos que consuman poca energía y priorizar los productos de eficiencia energética, a la hora de hacer reformas y obras, apuesta por la madera, pero también, y, sobre todo, por materiales y revestimientos con la etiqueta A +, que consuman poca energía y emitan el menor nivel de emisiones contaminantes. Los productos usados en construcción, cuyas etiquetas indican una C, no son nada recomendables y es mejor evitarlos para proteger la calidad del aire. Por tanto, lo fundamental es tener en cuenta la información que aparece en las Fichas de Declaración de Salud y Medio Ambiente (FDES) y en el etiquetado de los productos respecto a las emisiones de contaminantes volátiles.
Atrás quedaron los días en los que se creía que poner uralita y amianto desde los pavimentos exteriores hasta las cubiertas de los tejados era optar por materiales muy eficaces para mejorar el aislamiento térmico. Hoy en día, los materiales de construcción están más controlados y los servicios públicos y las empresas ya no dudan en castigar a los malos alumnos, penalizar a los que emiten mayor cantidad de materiales tóxicos y fomentar la compra de materiales y productos fabricados con materias primas que respeten la calidad del aire y el medio ambiente, como la madera, los ladrillos de arcilla cocida, materiales de construcción con cementos y morteros o de aislamiento como la lana mineral o los bloques de vidrio. Se fomentan los trabajos de reforma con materiales más saludables y ecológicos, y el uso de la madera se ha extendido como la pólvora en la construcción y las obras de reformas.
Mejorar la calidad del aire interior no es un asunto menor. Los riesgos de fatiga, irritación de ojos, piel o garganta, dolores de cabeza e incluso asma y otras alergias, debidas a un aire viciado, son muy reales. La calidad del aire interior en los edificios es un problema de salud pública a causa de las consecuencias negativas que implica. El hecho de usar materiales de construcción y decoración ecológicos como la madera no debe considerarse como algo fashion sino como una prioridad de salud pública.